Personalmente, además de participar en el Iberoamericano como actriz, tuve la fortuna de asistir a espectáculos en su mayoría de alta calidad y que reflejan las tendencias contemporáneas del teatro en todos los continentes. Ayer terminé festival viendo PARTIR, obra finlandesa de arte visual, circo e ilusionismo, con los desencuentros del amor como eje de las escenas. Sencilla en lo narrativo, mágica en lo escénico.
Por último, quiero agradecer a los lectores del blog por las más de 2.000 visitas recibidas en estos días de fiesta teatral. Los invito a que sigan pendientes de las publicaciones que hago cada semana o dos sobre la programación permanente en Bogotá. Si algo nos hace sentir orgullosos a los colombianos al final de este festival es confirmar la alta calidad de las producciones nacionales, a la altura de muchas de las grandes compañías extranjeras. Así que el plan teatral siempre será una buena opción. Como les contaba en enero, recomiendo obras que me gustan o que sé que pueden gustarle a otros, y por supuesto, que haya visto.
El teatro sigue, ¡allá nos vemos!
Liliana.
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